Dado
11 de marzo en el estado de Jalisco
en
las inmediaciones de la línea del tren.
Algo humano se desprende de las piedras
cuando escuchan el suplicio de una caravana
Nos
han contado sobre la travesía,
de
las mujeres al velar el insomnio de los trenes.
Sus
cuerpos acomodados a la exactitud del asfalto.
Los
niños al calcar mapas con las llagas de sus pies.
La
indescifrable caligrafía de una fosa común.
El
aire ultrajado por las moscas
hasta
la memoria.
La
manera de cómo se abraza
una
cicatriz.
La
ferocidad de una bandera,
sin
esperanza,
Pero
bailamos sobre la intermitencia
de
los semáforos,
y
no hay tiempo para saber
que
la noche,
se
preña con el beso de un revólver.
Que
una parábola es también
un
retrato adiestrado
por
la lengua de los perros.
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