¿Acaso hay para nosotros…
¿Acaso
hay para nosotros,
después
de esta separación, una salida;
puede
quejarse cada uno de nosotros
de
lo que ha sufrido?
Pernoctaba
yo en los tiempos
de
nuestras visitas mutuas durante el invierno
sobre
las brazas crepitantes por la pasión.
¿Cómo,
pues, estando en la situación de este abandono,
ha
apresurado el destino lo que yo temía?
Giran
las noches y no veo el fin.
De
nuestro distanciamiento,
ni
la paciencia me libra
de
la esclavitud de mi anhelo.
Riegue
Dios la tierra donde estés
con
toda clase de lluvias copiosas.
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