jueves, 10 de septiembre de 2020

IRMA LANZAS




Deja que crezca el fuego
  
Toda carne es hierba,
y toda su gloria como flor de campo.
Isaías 40:6



Deja que crezca el fuego aquí en la frente
y que sobre este polvo del camino
siga su andar la planta penitente.

Aquí estuvo y pasó lo peregrino.
En todas estas cosas puede verse
que unas son levadura y otras, vino.

Si ahora mi mosto empieza a removerse
deja que vibre mi canción de hierba
y arda un instante lo que va a perderse.

Mientras lo grande su quietud conserva
que alce la brizna su temblor creciente
y acoja a la belleza que la enerva.

Mientras la pulsación esté latente
que abra la flor su gloria pasajera
y no se vuelva muda la simiente.

Deja que el tiempo se deslice y pase,
aunque con su guijarro abra una herida,
que nos espere todo lo que yace
y que siga quemándonos la vida.

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