Contra el Engaño
No se dejen seducir:
no hay ningún retorno.
El día está a las puertas;
ya se siente el viento nocturno:
no habrá ningún mañana.
¡No se dejen estafar!
La vida es poca.
¡Bébanla a grandes tragos
porque no les parecerá bastante
cuando tengan que dejarla!
¡No se dejen consolar!
¡No tienen mucho tiempo!
¡La pudrición, para los redentores!
La vida es lo más grande:
de nada más disponemos.
¡No se dejen engañar!
¡Al tajo y agótense!
¿Qué pueden temer ya?
Morirán como los demás animales
y no hay nada después.
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