domingo, 8 de noviembre de 2020

ANA GORRÍA

 


 

Cristales

 



Oscurece. El cielo está temblando
en sus añicos como una barca rota.

 

Carne y silencio. La roca en el pantano.
La mano que se aleja.

 

Temblando, las estrellas acarician el suelo
con su lengua de sábana o asfixia.

 

La fiebre es el incendio que naufraga
debajo de las puertas.

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