"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
Apura las manos, desabotona mi cuerpo
Apura y viérteme tu boca, tu lengua.
Ofrécete a mis dedos, ofrécete manojo de órganos y silencio.
No repares, no hay tiempo ni perdón.
Para nosotros ni sal ni llanto.
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