Yo
te amé como nunca
Yo
te amé como nunca. Viví tus ojos de pájaro salvaje,
tu desnudo de sombra cálida.
Tu nombre era aire que llenaba el silencio, eras carne,
delicado enjambre de vida detonando en mi crepúsculo,
catarata de alegría entre mis manos.
Eras tibia mirada que recogía las caricias esparcidas por las habitaciones.
Contigo era posible la luz, el torrente de luceros fluyendo por las venas,
como el brazo de espuma que navegaba entre las sábanas cada mañana.
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