Nos
gustan las personas que ya no buscan nada
Repito
tu nombre con las manos en el sexo
y aun así no
planeo que me escuches
Anhelo esos labios tristes en la gris noche de tu rostro
He besado tantas bocas
pero ninguna ha dormido entre mis brazos
conocido mi sazón
o danzado con amor sobre mi vientre
Lo he sabido muchas veces
que esos ojos tuyos
suponían ser barco de mis centros
tragos en diciembres
Una vez
o dos o tres
me dijeron que yo no era suficiente mar
Y volvió la marea alta a escupirme entre las personas
con lágrimas de cerveza
y labios desconocidos
Repito
tu nombre
te llevo a un lugar que no existe
Esta es mi cueva
Repaso tu mirada abismal
tus preferencias en brandy barato
tus pies firmes en el patio de servicio
para no olvidar las veces que te creí besarme
Repaso
tus manos
tus deseos
tu tiempo
Escucho el horizonte que silba tu nombre
Me explica que ya no me buscas
que nunca lo hiciste
Lo que te digo, aquí, en este momento
se lo traga el silencio
el que
siempre estuvo entre nosotros.
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