Amor
de Pobre
Ah,
si fueras mía,
si
un día nuestros destinos se enhebraran;
se
que tú, no te burlarías de mis versos
alimentando
con ellos el cesto de basura.
He
soñado con esto tantas veces:
que
guardas mis poemas en tu seno,
que
los cuidas
los
ordenas,
los
prendes uno a uno en tu memoria.
Pero
el destino
siembra
lejanías entre nosotros,
nos
separan
tres
devaluaciones distintas
y
una sola crisis verdadera
Mira…
que
si fueras mía,
te
lo juro por las trenzas de mi madre
serías
tú
la
computadora más amada.
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