Cuando el éxtasis es inconveniente
Finge
una gran tranquilidad;
los traslados felices pronto acaban.
Canta: porque quién sabe
si el vuelo es el final o el vuelo es el principio
para una gaviota que descansa.
Corazón, tú, tranquilo.
Di que hay dinero aunque esté oxidado,
di que el tiempo lunar no es el propicio para escabullirse.
Es el color del cielo más abajo,
saturado en exceso,
o el viento que sopla en mi moño.
Conoce con asombro
qué tan frecuentemente una
hace locuras por su propia mano
y se las queda.
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