Soneto
Al señor don Salustiano Olózaga
Mientras
gime la patria destrozada
y por el mundo entero escarnecida
introduciendo en la cruel herida
sus propios hijos la sangrienta espada;
mientras ve la ambición desenfrenada,
la generosa libertad perdida,
la virtud sin motivo perseguida,
y la justicia sin pudor hollada;
guardar a ti tan solo te fue dado
de libertad la idea bienhechora
que siempre fue tu lábaro sagrado
por eso la doliente patria ahora
llanto vertiendo por tu triste estado
ancora en ti contempla salvadora.
De:
“Gota perdida en el inmenso mar”
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