En
las fauces del aire
Siento
curiosidad
por saber
cómo empieza una nota
a devorar otra nota
cómo
palidece la escritura
y su albura espejea el papel
para ahogarla en blanco,
para que sufra la infamia
de verse impresa y que no la veamos.
El
grito
de cada una de sus letras
absorberá el ruido de fondo
discerniremos
apenas
vírgula, serifa, garabato
Una
nota
despliega su timbre
en el espacio ya ocupado
nace
gastada
empequeñece
suma
su identidad al totum revolutum,
único, estimulante temblor.
Vivir
ya no es más que lo acumulado
para vivir.
Hace ya un tiempo que comenzó
la dictadura de los superpuestos.
De:
“La lucidez del dromedario”
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