viernes, 1 de octubre de 2021

UNAI VELASCO

 

 


Peligrosa es la noche en la página 167

 

 

«Dieron las nueve, y Hans

aún no había llegado a casa.»

Hesse, Bajo las ruedas, Alianza, p. 167

 

 

Peligrosa es la noche en la página 167

si resulta

que es de día, y eso

tal vez no pase hasta el capítulo siguiente.

Si resulta que interrumpes con besos envasados

al vacío para el trabajo pero

resulta que, deja, aguanta, que se me está muriendo Hans

Giebenrath en estas últimas líneas.

 

Peligrosa es la noche para Hans

Giebenrath si decido

cerrar el volumen verde

porque es de noche y te dejaste la luz

del pasillo

encendida la muerte del joven Giebenrath

entre interruptores blancos y no quieres

llorar con grasa en los dedos tú buscas

lo lírico

en una lata de aceitunas.

Y resulta que a mi se me está muriendo Hans,

que Hans Giebenrath se muere ya

en la 166

y, oh, cuánta muerte manoseada y blancoamarilla

rugosa

y negra sin la dignidad

siquiera

de morir en cursiva, sin que yo le deje morir

en las páginas que Hermann planeó

figuras de plomo en aquel

todo a cien, su muerte

en ciento y pico páginas

interrumpida y peligrosa porque

llegas tarde a tus cosas y tengo la comida

enfriándose

en la mesa

como se está enfriando

en la alberca

el cuerpo frío de Hans Giebenrath

en la peligrosa página 167.

 

 

De: “En este lugar”

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario