Columpios
Columpios
con niños al atardecer.
Al cielo lo aleja y acerca el vaivén.
Rama
del columpio nerviosa y jovial.
Los niños se cimbran de modo frutal.
Los
cordeles tocan el azul final.
Los niños regresan de la inmensidad.
Hay
un aire tenso, cerros sin andar,
árboles parados, agua sin variar.
Los
niños le prestan su fuerza infantil,
y todo el paisaje se pone a vivir.
Aire,
cerros, árboles, agua sin variar,
merced al columpio se dan a bailar.
Todo
lo que inmóvil parecía estar
dentro de mí juega como un malabar.
Y yo
sin moverme me dejo mecer,
en este columpio del atardecer.
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