miércoles, 27 de julio de 2022

JULIO BARRENECHEA

 

 

 

Columpios

 


Columpios con niños al atardecer.
Al cielo lo aleja y acerca el vaivén.

Rama del columpio nerviosa y jovial.
Los niños se cimbran de modo frutal.

Los cordeles tocan el azul final.
Los niños regresan de la inmensidad.

Hay un aire tenso, cerros sin andar,
árboles parados, agua sin variar.

Los niños le prestan su fuerza infantil,
y todo el paisaje se pone a vivir.

Aire, cerros, árboles, agua sin variar,
merced al columpio se dan a bailar.

Todo lo que inmóvil parecía estar
dentro de mí juega como un malabar.

Y yo sin moverme me dejo mecer,
en este columpio del atardecer.

 

 

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