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En la lluvia: El jardín de senderos que jamás se bifurcan¹
(Un
poema de despedida)
Las
gotas de lluvia son en nombre de
pero
el destino del nombre
está
en cada pequeño corazón deshecho
empapado
ya incapaz de llorar
como
lo verde colgó por todas partes sus ornadas
cortinas
brillante
refracción
opacidad
brillante
como
la despedida siempre antes del
primer encuentro
Las
cornisas volantes esperan aquí
te
miran esposadas a las miles de veces que caíste
Nos
caímos la bruma y la
lluvia
una
forma ondula dentro de la otra
que
baja a lo largo de las cornisas volantes
En
vano una aguja torcida zurce las piezas rotas
un
ancla arrojada en la carne como
la punta de un pico
que
escarba
más aún más extraños recuerdos
El
camino de todos es un infinito
fin
ojos llenos de olas otoñales
que
miran a una distancia apenas discernida
cuatro
pistas se escurren hacia cuatro muros ruinosos
El
primer poema el último escrito
el
destino cuelga cada palabra y aúlla lejos
tú
vas orilla de lago
color de sauce
cada paso
suprimido
se convierte ahora
en
sonido de lluvia que se filtra
un jardín un cuerpo
mirador
de lo creado
Palabras
entre sí derivadas más allá de las
palabras
vallas
brillantes demolidas mientras se construyen
Tú
con tu talento vitalicio de capturar
un
pabellón de lluvia brumosa con parásitos
un
pabellón de lluvia brumosa con espinas de pescado
El
manuscrito original del agua desafía la revisión
posesión
en común una forma intangible
una
pieza de mármol rosa²
empujada
hasta el fondo del mar como los
moldes para hacer el amor
que
sin embargo despojan al punto donde no queda nada
El
pabellón de la lluvia brumosa de todos
solo
y envuelto en amor
escucha
un corazón que podrían volverse blanco después de morir³
Un
poema que pasa fluye hacia las ruinas
Es
en realidad verdadero
Las
casas se doblaron encima y debajo del agua
Este
poema es para ti el infinito
que
sueña tu infinitud brillando intensamente en las
cornisas volantes
tu
párpado en la lluvia brumosa tu
rostro línea de labios
un
rayo de color dorado en préstamo
Adiós
enterrada en tu propia carne y
sangre
forma
del jardín destruido una vez en
cada esquina
sacrificado
una vez con todo nombre
Contempla
que nunca has dejado la dolorosa
belleza de la contemplación
a lo largo de las cornisas que te acercan al ascender
De:
“Las cornisas volantes del Pabellón de los Cuatro Puentes de la Lluvia Brumosa”
Versión
de Katherine M. Hedeen y Víctor Rodríguez Núñez
1.- Se
refiere a la narración homónima del poeta argentino Jorge Luis Borges.
2.- Se
refiere a la ciudad italiana de Verona donde surgió la historia de Romeo y
Julieta.
3.-
Se refiere al corazón preservado del gran compositor polaco Chopin.
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