miércoles, 27 de julio de 2022

YANG LIAN

 

  

5          En la lluvia: El jardín de senderos que jamás se bifurcan¹

(Un poema de despedida)

 

 


Las gotas de lluvia son en nombre de

pero el destino del nombre

está en cada pequeño corazón deshecho

empapado        ya incapaz de llorar

como lo verde       colgó por todas partes sus ornadas cortinas

brillante refracción

opacidad brillante

como la despedida         siempre antes del primer encuentro

Las cornisas volantes esperan aquí

te miran esposadas a las miles de veces que caíste

 

Nos caímos          la bruma y la lluvia

una forma ondula dentro de la otra

que baja a lo largo de las cornisas volantes

En vano una aguja torcida zurce las piezas rotas

un ancla arrojada en la carne         como la punta de un pico

que escarba         más     aún más extraños recuerdos

El camino de todos es un infinito

fin       ojos llenos de olas otoñales

que miran a una distancia apenas discernida

cuatro pistas se escurren hacia cuatro muros ruinosos

 

El primer poema     el último escrito

el destino cuelga cada palabra y aúlla lejos

tú vas         orilla de lago       color de sauce         cada paso

suprimido se convierte ahora

en sonido de lluvia que se filtra         un jardín un cuerpo

mirador de lo creado

Palabras entre sí        derivadas más allá de las palabras

vallas brillantes demolidas mientras se construyen

Tú       con tu talento vitalicio de capturar

un pabellón de lluvia brumosa con parásitos

un pabellón de lluvia brumosa con espinas de pescado

 

El manuscrito original del agua desafía la revisión

posesión en común      una forma intangible

una pieza de mármol rosa²

empujada hasta el fondo del mar        como los moldes para hacer el amor

que sin embargo despojan al punto donde no queda nada

El pabellón de la lluvia brumosa de todos

solo y envuelto en amor

escucha un corazón que podrían volverse blanco después de morir³

Un poema que pasa fluye hacia las ruinas

Es en realidad         verdadero

 

Las casas se doblaron  encima y debajo del agua

Este poema es para ti         el infinito

que sueña tu infinitud     brillando intensamente en las cornisas volantes

tu párpado en la lluvia brumosa         tu rostro        línea de labios

un rayo de color dorado en préstamo

Adiós         enterrada en tu propia carne y sangre

forma del jardín         destruido una vez en cada esquina

sacrificado una vez con todo nombre

Contempla que nunca has dejado        la dolorosa belleza de la contemplación

a lo largo de las cornisas        que te acercan al ascender

 

De: “Las cornisas volantes del Pabellón de los Cuatro Puentes de la Lluvia Brumosa”

Versión de Katherine M. Hedeen y Víctor Rodríguez Núñez

  

1.- Se refiere a la narración homónima del poeta argentino Jorge Luis Borges.

2.- Se refiere a la ciudad italiana de Verona donde surgió la historia de Romeo y Julieta.

3.- Se refiere al corazón preservado del gran compositor polaco Chopin.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario