A
los clubs swinger se va a olvidar la decadencia
Cada
vez quiero más a la Mary Jane
(también la de
Spiderman)
Me voy a los excesos para sentir que existo
los ojos cansados, la boca seca
Todo comenzó desde que no tuve quien rezara por mí
me alejaron del mundo que va a los
jardines a comer helado
Cada vez descubro más madres que no pasan el cuarto de siglo
y más gente sola que pasa los treinta sin cría alguna.
El reloj marca un número impar de un dígito
la hora de las brujas
El celular cimbra la nalga:
otra
vez no es nadie
El corazón encerrado en una caja
las manos frente a la cerveza
el televisor colgado a la pared
tiene siempre la misma cara
el black mirror
La memoria recuerda el conocido rostro apagado
los cuerpos eróticos en esta casa de seguridad
las almas vacías buscando sexo
charlando
deseando carnes azoradas por el vacío
Mis agallas han perdido la montura
van desbocadas como río en tormenta
Huele el ambiente a lubricante de vainilla
y cigarro de pepino
La ciudad me grita que huya
pero todo esto es similar a la mente
La realidad es de un Marqués de Sade
Una Lydia Cacho
Un Michael Jackson
Así es la vida,
bizarra
Marilyn Manson nos canta al oído
Somos un despojo de la sociedad
me aterra lo que la mente puede crear
Varias veces tiene la culpa Tinder
y el hueco que dejó un virus
Los culpo de mostrar extrañas ventanas
o agujeros para desear más que ver
más qué probar
más qué sentir
Quedémonos en Fear and loathing in Las Vegas
o Eyes Wide Shut, entonces
Pausa
-Qué chiste tiene que vengas, si sólo nos vas a estar viendo
me dice un hombre con los labios
embarrados de labial
-Déjala mi amor, dice que lo de ella es el voyeurismo
le contesta una mujer con una tanga
rosa fucsia
a la mierda el recato intelectual
Cimbra el celular,
ahora el sillón de antro forrado de mugre
-Está bien,
miro sus ojos entre las luces rojas
-No me quita nada un beso.
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