Esperar
Esperar,
el
hombre solo sabe esperar,
anclado
a un tiempo que no llega,
a
una pared que no termina,
a
una vida que no empieza
Aguarda
Como
aquel
que
para no naufragar más en la noche
deja
solo un pie en el piso,
como
decir,
un
ojo abierto y el otro encendido en el sueño
Aguarda
Al
igual que en los cuentos de aquel ingenio,
a la
orilla del río, se repite la misma historia:
el
hombre con hambre esperando el hambre de un pez,
de
la misma forma
que
se abre tantas veces el refrigerador
para
constatar
que
aún no hay nada,
lo
mismo que la última vez,
quizás,
en
espera de lo inesperado,
quizás,
porque
siempre se espera
en
la dirección equivocada
Esperás
la luz del día,
esperás
una fecha, el autobús, el teléfono,
esperás
una
llamada que nunca llega,
no
importa la llamada, siempre es otro,
será
alguna noticia,
el
trabajo de tus sueños,
un
premio o tan solo una estrella fugaz
El
deseo se mueve de lugar
Esperás,
como
cada día de tu infancia,
que
el ruido del portón traiga
lo
que el mismo ruido se llevó
Esperar
es
esperar que nada pase,
como
quien huye de su propio caballo
montándolo
al pelo
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