Día 3
Estoy
aquí en la Piscina del Oeste
y afuera está el obrero que vigila la obra,
8 horas, 6 días.
Los hombres reforman un supermercado,
colocaron el piso de cemento pulido, sin la cera, al principio. Los
ventiladores soplan en la noche,
los obreros bucean en sus móviles,
los obreros conducen toros mecánicos,
los obreros se llevan estanterías, piensos de reciclaje y máquinas
de
hacer zumo,
hablan lenguas babélicas,
toman café en el bar que da fútbol gratis y buena comida
latina,
cafés en tazas pequeñas.
Se escucha español fragmentado.
Los obreros en la siesta.
Tumbados, enajenados, agotados, soñando siestean. Y yo continúo en la Piscina
del Oeste,
sabiendo que te amo.
De: “Piscina del oeste”
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