sábado, 16 de agosto de 2025

HAN DONG

 

 

La casa de mi madre

 


Esta es la casa donde vivía mi madre.

Todos los días me quedo allí durante un rato.

Nada ha cambiado.

Nunca arreglé el aire acondicionado,

el calentador de agua lleva dos años descompuesto,

su ropa sigue colgada en el armario.

Ya no hay colcha en la cama donde dormía la siesta,

los jabones que almacenaba están secos, agrietados,

las bolsas de plástico que guardaba están estropeadas,

ya no podrán usarse.

El espejo no deja ver su rostro querido,

pero su foto todavía está allí,

además en un marco que no es negro.

El perro que mi madre criaba sigue vivo

y Xiao Wang –que la cuidaba– viene todos los días.

No queda mucho por hacer,

sólo limpiar y ordenar este lugar sencillo.

Nada ha cambiado.

Todos los días quemo inciensos y además fumo,

los humos sin querer se entrelazan. Hay tres habitaciones:

una con pilas de libros y revistas, otra como la dejó mi madre

(ésa era su habitación),

y en la más pequeña es donde escribo,

sobre la mesa más chica que, de hecho,

es la antigua máquina de coser que mamá usaba en aquel entonces.

De verdad, nada ha cambiado.

 

Del ciclo III. Familia de ensueño

Versión de Radina Dimitrova.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario