sábado, 16 de agosto de 2025

YANNIS ANTIOJU

 

  

Los imperdonables 

(…) doch stört nur

Nie den Frieden der Liebenden

Friedrich Hölderlin, «Das Unverzeihliche»¹

 


Mi verdad es

un oscuro crisol

donde estiro la mano

para acariciar tu pelo

siempre un instante

antes de que mueras

 

Tu verdad es

un silencio violento

que me hunde en tu sollozo

y me ahoga

 

Me incliné de costado

 

—siempre altos y crispados

son los cipreses de enfrente—

 

y vi

que tu sombra devolvía

al muerto que no enterré

y la noche inmóvil

con espinas en las mejillas

que desuella

 

Te inclinaste a mi vera

tenías barro

y negra sangre

 

Estábamos echados;

desprendías una nocturna fragancia

 

Nuestra verdad

es mayor

pero no llegó

su hora

aún

 

—siempre altas y crispadas

son las sombras de los cipreses

en el cementerio de enfrente—

 

y nosotros

imperdonables

brillamos allí;

 

en el cielo subterráneo.

 

Versión de Mario Domínguez Parra

 

1.- «pero nunca perdona/que perturbéis la paz de los amantes». Vid. «Lo imperdonable», en Poemas, de Friedrich Hölderlin, introducción y versión de Luis Cernuda (en colaboración con Hans Gebser), Madrid, Visor, 2005.


 

 

 

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