Maleta
cósmica
Transportas
todo en tu pequeña maleta.
La portada por ángeles.
El ángel de la incertidumbre y el de la confianza súbita.
Dejas
zapatos, calzones y un dragón con boca aguerrida.
(Un alarido que sólo se dio en el juego.)
Vas
con la maleta vacía para despedir la casa de los abuelos
y la regresas llena de preguntas,
de historias a punto de aparecer.
Estábamos
en una tierra aún sin nombre.
La sala aún no era cuarto,
el cuarto no tenía paredes,
las paredes silenciosas sin tus trabajos del colegio.
Y
luego: ¡un cartel con tortugas!
La
lentitud con la que todo se iría acomodando.
Un ropero rojo, tu cama de barco, un tlacuache al que nombraste Sam.
Letras
en la puerta de tu habitación:
Toc toc
Estamos aquí, en fila
Objetos,
olivos para la nueva
cama,
ostras para abrir los sueños,
oleaje azul.
Mudanza
de tus primeras piyamas consteladas.
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