Elogio
Del Silencio
Los momentos más
nobles son de recogimiento.
El vocablo más hondo queda en el corazón,
la “Divina Palabra” casi es sólo un aliento
para las ansias del alma no hay humana expresión!
Religión del Silencio
de las urnas vacías
de las siegas pupilas donde nunca hubo sol
de esos pobres hambrientos que en las noches más frías
engañaron su hambre con ensueño y alcohol.
Resignado silencio de los grandes amores;
silencio de esos locos que mató la ansiedad
de alcanzar los laureles ¡silenciosos clamores
que acalló para siempre la suprema frialdad!
Almas como esas velas
que alguna honda maldita.
Lleva como burbujas al abismo del mar…
¡ dónde hadar la palabra para decir tu cuita
y tu anhelo de olvido y tu mal de soñar!
En la estéril
entraña, Él ha hincado su garra,
por su influjo al anhelo paternal no responde,
llama en vano la esposa el dolor que desgarra,
en el vientre infecundo el Silencio se esconde!
Los momentos más
nobles son de recogimiento.
El vocablo más hondo queda en el corazón.
La “Divina Palabra” casi es sólo un aliento…
Para las ansias del alma no hay humana expresión.
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