miércoles, 7 de mayo de 2014

ARIEL MONTOYA




 

Postal del éxodo

 
Para Ana Cristina, Brenda, Paula y Patricia

 

 
 

En la noche, en la soledad

observé a vagabundos poetas y pintores

citando reencuentros

en una calle de Nueva York

mientras mis hermanas en su república natal

se volvían hembras potables ante la vida.

Y crecieron lejos de mi espontánea tutela.

Y también creció el recuerdo en ascenso

de una muchacha

intactamente bella

en los laberintos de la memoria.

En la noche, en la soledad

—prolongación del exilio.

 

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