Día
Hoy te
hablo de amor y lo comparto con la llama.
Hablo
de los amigos que son de toda la vida.
Es mi
oficio hablarte -Un hombre cuando ama
no
puede compararse con una llama extinguida-.
Y el
lenguaje mudo nunca cesa.
Sigo
con el castigo de decir lo que atardece.
Es como
el hablar de un redundante camino
y cenar
bajo la luna en un rosal que no crece,
recordar
las memorias que bailan en el vino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario