lunes, 4 de diciembre de 2017

AGUSTÍN MAZZINI




Apología de la tarde

A Ornella Falcone,
donde quiera que esté



Ornella: A mí te trajo la locura
de buscar un beso en otro beso,
las partes más felices de los días
en un traje vacío, en tierra seca,
en los mensajes sin contestar del celular.
Agustín: En el amor queda sin beber
un vaso de vino, jardines con ángeles de mármol
vomitando agua artificial para siempre.
Ornella: Todo está igual menos la que fui:
ella sigue conversando, a las puertas del quizá.
Agustín: No digas nada y tocá el silencio.
Escuchá palpitar las vidas
que viven dentro de mi vida.


De: “El cielo no termina de quemarse”


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