miércoles, 2 de abril de 2025

JESÚS MONTOYA

 

  

 

Trapecista

 


en la terapia

el traductor retrasa los días.

 

Sabio se teje de sí como la araña

que trabaja.

 

La terapeuta trata de apaciguarle

el espasmo del habla.

 

La terapia es lenguaje, le zanja,

y menciona a Lewis Carroll,

y bífida salta la rana que pernocta

aquí sentada, dada la perplejidad.

 

Nómada silencio de mutaciones

que transitan su nonsense,

nadador de sillas que pellizcan

y garabatean, por ejemplo, yesca,

yunque, o yo; yo ya no lloro,       olá,

tudo bem?      Yo ya me anulé

na linguagem, decía, yo ya

jugué al yoyo y leí a Susana Thénon,

ova completa en lenguas-viajes:

 

“vetusto oís vosotros

¿veis?

arriesgarse con ‘choto’ o ‘chacabuco’

es pasaporte a la marginación

¿queréis ser presa de antólogos chiflados?

¿tener una verruga en el currículum?”.

 

Arriesgarse con “luar” o “vaga-lume”,

brillante por la “errância”,

decía, de esta norma partida,

plumífera de garzas,

y más allá de grillos,

variopinta animalía,
musga al compás de la vía,

esta matéria que nos faz

por todo o río flutuar.

 

De: “Sales, sais”

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario