miércoles, 2 de abril de 2025

GISELLE LÓPEZ FERNÁNDEZ

 

  

 

Sin bestiario

 



Yo no soltaba conejos por la boca

ni mariposas,

aunque volaran

fueran blancas

saltarinas

y temblorosas

como gaviotas,

sobre la arena negra de Savannah,

mis palabras.

 

Yo no tenía

las bestias adecuadas

para hacerme de un zoológico raro.

Sólo tuve

una escultura verbal

que, como animal salvaje,

eléctrico

y fulgurante

jamás se dejó domar.

Nunca tuve un herbario

ni un montón de tierra

parecido a un volcán

encima de una mesa,

aunque, como Teresita Fernández,

podía yo muy bien ser

“alita de cucaracha

llevada hasta el hormiguero”.

 

No hubo una serpiente

con cara de tiburón

que secuestrara mi cordura

ni chillara

entre mis sienes.

No acaricié mancuspias

ni un tigre paseó en mi jardín.

 

Sólo tuve ojos de búho

dos tinajones

un diccionario

el sonido de alta frecuencia que se escucha

en las hondas ondas de la noche

y una palabra escrita detrás de otra.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario