miércoles, 6 de septiembre de 2017

MARIANA BERNÁRDEZ





Ángel de la muerte
que sea dulce el vino que tu mano ofrezca a mis labios
cuando la hora del sereno taña las cuerdas

Aleja de mi boca el amargor de la cicuta
o el remordimiento que sobreviene
a quien no arrancó la espina de su frente
o no comprendió la runa inicial del desprendimiento
ni la última
cuando la lanza sublevó el signo de la cruz

Bien.dice.me
y sostenme en la lucha
como quien batalla con tu fuerza
en la revelación del arrebato
y vence la larga noche

en el abrazo de tu consuelo.

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