Poema del desencanto
Una tarde cualquiera
con la brisa
llegó para quedarse
con la brisa
llegó para quedarse
Me tomó de la mano
Buscó abrigo
en mi sangre
se prendó de mi piel
perfumó mi tibieza
en mi sangre
se prendó de mi piel
perfumó mi tibieza
Con su soplo de hielo
me consume
me consume
De "Pasajeros del viento"
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