Entonces
Desde
aquella metamorfosis
sus ojos se hicieron míos
como una marea de ardentías
llamaron su atención
y quedé abandonado a ellos.
sus ojos se hicieron míos
como una marea de ardentías
llamaron su atención
y quedé abandonado a ellos.
La
misma marea de luces
acaparaba mi vista cuando
la soledad cubría de cuadernas
mis pasos y sus horas.
acaparaba mi vista cuando
la soledad cubría de cuadernas
mis pasos y sus horas.
Me
despojé de tiempos,
actinias, resacas y muelles.
Y ya no fui sólo el prisionero
de los murmullos caracolinos
del hastío y la locura.
actinias, resacas y muelles.
Y ya no fui sólo el prisionero
de los murmullos caracolinos
del hastío y la locura.
Sigiloso
me acerqué
hasta el océano pálido
de su cuerpo.
hasta el océano pálido
de su cuerpo.
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