Poema
Nº 19
Salgo,
girando, como un eco,
de
tu vientre.
Tú,
tibia y vegetal,
como
la tierra del huerto,
sientes
correr esta semilla ardiente
y
te dilatas,
como
el limo fecundo,
cuando
mis manos aran en tu cuerpo.
Tú,
como la rosa,
con
espinas de suplicio
que
me hieren.
Tú,
como el árbol,
con
sus poros viajeros,
buscando
el ruiseñor y la manzana.
En
tu pecho
dibujo
mis palabras.
Mis
palabras
desnudas
en invierno.
Mis
palabras,
como
hormigas en verano,
buscando
el dulce nido de tu sexo.
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