Amor de ciudad
breve
Yo te amo, ciudad,
aunque solo escucho de ti el lejano rumor,
aunque soy en tu olvido una isla invisible,
porque resuenas y tiemblas y me olvidas,
yo te amo, ciudad.
Gastón Baquero
Como William Blake, que siendo niño
vio asomarse a Dios por la ventana,
la he visto asomarse en mí
y juzgar el espíritu para saber si soy digno
de que ella entre a mi casa.
He desatado su sandalia
y he puesto perfume en sus cabellos.
Acaso mañana nos abandone
y estemos cenando ahora en compañía
de la ciudad resucitada,
sin lograr verle las heridas
de las manos y el costado;
sin reconocer en su rostro el rostro
de los que andan por sus calles.
Como William Blake, ya vi su parque,
ya vi los árboles de su parque
colmados de ángeles.
Yo te amo, Ciudad, aunque nunca lo preguntes
y aunque te niegue siempre.
vio asomarse a Dios por la ventana,
la he visto asomarse en mí
y juzgar el espíritu para saber si soy digno
de que ella entre a mi casa.
He desatado su sandalia
y he puesto perfume en sus cabellos.
Acaso mañana nos abandone
y estemos cenando ahora en compañía
de la ciudad resucitada,
sin lograr verle las heridas
de las manos y el costado;
sin reconocer en su rostro el rostro
de los que andan por sus calles.
Como William Blake, ya vi su parque,
ya vi los árboles de su parque
colmados de ángeles.
Yo te amo, Ciudad, aunque nunca lo preguntes
y aunque te niegue siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario