Historia
Mi
confesión tiene miedo
aún
así,
deja
que pase
que
esto que escribo no es como hablar,
niño,
sólo
es dejar de hacerlo
y
la que nada puede
es
la que dice que no
que
me tapo el vacío con el cuerpo
y
lo que oigo
no
es el sonido
de
lo que viene a instalar la madrugada rugiente,
los
estíos
las
pérdidas,
sino
la voz
de
los que no te dejan dormir
cuando
dicen
que
hay que pagar por el sueño
y
acordarse de lo peor
que
es Dios resbalando
en
las mejillas
de
los niños
que
saben que van a morir.
Mi
confesión tiene miedo
pero
esto que escribo
no
es como hablar, te digo,
sólo
es dejar de hacerlo
me
tapo el vacío del cuerpo
que
es lo que como
y
rompo
y
malgasto
en
la trastienda del amor
y
la palabra
que
es la que nada puede
es
la que dice
que
no guardes mi tiempo plisado
en
tu baúl de escolar
mientras
confieso
que
no hago otra cosa que mirarte
y
que esto que escribo no es como hablar
que
me tapo con vacío el cuerpo
que
es lo que tomo
y
rompo
y
reclamo
en
la trastienda del amor.
Mi
confesión tiene miedo
y
dejas que pase
y
los que no nos dejan dormir son los que dicen
que
Dios resbala en la mejilla de los que
van
a morir temprano
y
se acuerda de lo peor,
de
que esto que como
y
rompo
y
malgasto
es
la trastienda de mi amor.
Y
los que no nos dejan dormir
saben
que
hay que pagar por el sueño
y
doblarlo
y
temerlo
arrugado
en
tu baúl de escolar
que
es lo que nada puede
pero
dice
que
me gusta saber que estás cerca
y
que escribo para no hablar
de
los días
y
de lo que urgente
se
prepara para pasar.
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