Voz para perderse en
la montaña
Rompe el paisaje la siesta.
El sol juega en el abismo.
Una lección de alpinismo
dicta un chivo en plena cuesta.
Cruje el viento entre el yerbal,
y el cielo, que azul se muestra,
nos da su obra maestra
en la tarde tropical.
Un árbol florece trinos.
Borra a veces los caminos
la corpulenta maraña.
De repente... un vocerío:
¡parece, al pasar el río,
que se orina la montaña!
(1940)
No hay comentarios:
Publicar un comentario