El
Mundo Salvado
El
mundo estalla a mi antojo
frente al papel que aniquilo de tanto amarlo,
en estalactitas fibrosas
marcas los largos galopes de este lápiz!
La mancha, como ornamento insulso y moroso,
me descubre un arroyo de rayos
en la pendiente de una mujer.
frente al papel que aniquilo de tanto amarlo,
en estalactitas fibrosas
marcas los largos galopes de este lápiz!
La mancha, como ornamento insulso y moroso,
me descubre un arroyo de rayos
en la pendiente de una mujer.
En su valle pavoroso de nubes sagradas
tiendo el cuerpo como acariciados aerolitos
que me dan penas y locuras hambrientas.
Si mundo eres, sobre ti cabalgaré hasta la inocencia;
será un triunfo sobre tu descuido.
Arrojaré la carne de mi porvenir
en el paño sudoroso de la sombra que construyes.
Mi lecho carga cañones del ansia
en cada cuerda que el mundo brinda.
El mundo no estalla porque tú lo salvas
de la garras que yo he armado;
eres mi cárcel y mi victoria
en el llanto de este lápiz.
Del libro “Cuaderno de
Condenado"
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