lunes, 26 de mayo de 2014

FRANCISCO DE ASÍS FERNÁNDEZ


 

Que no le pase nada a mi pasado

 
Al Poeta Julio Valle Castillo

 
 

Como un niño le arranca las alas a la mariposa

se le van quitando los brillos a los años.

Los viajes al mar no tienen regreso

y no puedo volver a vivir lo que no me di cuenta que viví.

Pero en la noche oigo el trastorno del pasado,

se me viene desde cuando el mar confinaba al hombre en la tierra

y el hombre saboreaba la sangre del jabalí en la boca del puma.

Eran los salvajes excesos de mis veinte.

Rudo, ruidoso, reservado y milagrosamente espiritual

me apropiaba de momentos sensuales de vidas propias y ajenas.

Cubierto del polvo de grandes batallas trashumantes

en el terror de la noche de una vida rustica

vivida en tabucos y guaridas de músicos ambulantes,

damas prestidigitadoras, celestinas y rameras,

me sitiaba la depresión que derrumbaba todas mis defensas,

y al alba pedía convertirme en un pájaro para huir

y me transformaba en una criatura con alas para huir.

Que no le pase nada a mi pasado

porque es un tesoro que tengo.

El pasado que es como el mar que no se traga lo que no le gusta

y lo saca para afuera.

El pasado que hace volar caballos indómitos en el interior de un ropero.

El pasado donde están las primeras mujeres oliendo a patio de granja,

aquellas a quienes por primera vez pude leer su corazón y su rostro quejumbroso,

esas primeras mujeres que le enseñan a los hombres

el alfabeto de cómo hacerlas felices,

que fueron madrinas y nodrizas de mis dedos frenéticos;

mujeres que adoran a los hombres vulnerables

que tienen una luna femenina cuando lloran;

mujeres con belleza vital alimentada por demonios;

mujeres que ponían la mano en la roca

para ir a lo profundo de la corteza terrenal;

mujeres solo comparables con Emperatrices, Reinas,

domadoras de fieras que fueron quemadas en la hoguera,

que no conocieron el arte de la sumisión

para orquestar su fin,

y tenían en los ojos, como un ventarrón,

la herencia humana de ideas, ideales, y experiencias.

 

Granada, 07 de Julio 2002.

 

 

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