domingo, 13 de julio de 2014

FRANCISCO MATOS PAOLI


 

Mi voz

  

Porque el montón la paseó en el cieno,
bulle en la vena comunal y pobre.
Porque la vida le vedó la vida,
ella es motín de cruentos corazones.

Motín del corazón que es pulpa amarga
fenecida en un llanto de ilusiones.
Motín del pecho hirsuto
y de la carne desahuciada,
y del semblante tajeado
de ardores.

Ella es motín
y no
bienvenida de pájaros
y flores.

Canta el delirio gris
y el remolino gris
que desuella la frente de unos hombres.

Lleva sayal de hambre por los pobres.
Y repudia la feria trajeada
donde la luz se compra por dinero
y la paz en un cielo de ladrones.

Mi voz se hace grieta
en las bocas
que son hostias de hiel,
y balido de niebla
y rigidez de cobre.

Porque el montón la divorció del ocio,
es sangrienta su cuna,
cuna de la montaña,
cadáver verde,
páramo de temblores.
Y ésta mi voz será la mecha
que asustará la seda
y quemará la melodía
de los seráficos señores.

Por ella los relapsos
y las sombras honradas
encontrarán albergue
y yantarán un pan de resplandores.

 

De: Cardo labriego y otros poemas.

 

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