sábado, 19 de julio de 2014

MARIO ANTONIO ROSA


  

Como un rastro...

 

Como un rastro de vino hacia la ausencia
tus ojos se despiden
ofrecen los cansancios de un celaje
y el baile manso
se apalabra en el espectro que nos usa.

Desnuda y última
la miel de un sueño creador
va tallando el viaje pronunciado
el cuerpo se retira a las cenizas

la vestidura es nueva
en infinita cal sobre luces

cuerpo final
al que no se puede nacer con mi semen y mis palabras
para vivir libre sobre los días de una fábula soleada
cantando los hijos del destierro

te voy amando extraño

el cuerpo miente y tus ojos se marchan.

 

 

 

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