1. La
canción de la morfina
Amantes
de la quimera,
yo calmaré vuestro mal:
soy la dicha artificial,
que es la dicha verdadera.
yo calmaré vuestro mal:
soy la dicha artificial,
que es la dicha verdadera.
Isis
que rasga su velo
polvoreado de diamantes,
ante los ojos amantes
donde fulgura el anhelo;
polvoreado de diamantes,
ante los ojos amantes
donde fulgura el anhelo;
encantadora
sirena
que atrae, con su canción,
hacia la oculta región
en que fallece la pena;
que atrae, con su canción,
hacia la oculta región
en que fallece la pena;
bálsamo
que cicatriza
los labios de abierta llaga;
astro que nunca se apaga
bajo su helada ceniza;
los labios de abierta llaga;
astro que nunca se apaga
bajo su helada ceniza;
roja
columna de fuego
que guía al mortal perdido,
hasta el país prometido
del que no retorna luego.
que guía al mortal perdido,
hasta el país prometido
del que no retorna luego.
Guardo,
para fascinar
al que siento en derredor,
deleites como el amor,
secretos como la mar.
al que siento en derredor,
deleites como el amor,
secretos como la mar.
Tengo
las áureas escalas
de las celestes regiones;
doy al cuerpo sensaciones;
presto al espíritu alas.
de las celestes regiones;
doy al cuerpo sensaciones;
presto al espíritu alas.
Percibe
el cuerpo dormido
por mi mágico sopor,
sonidos en el color,
colores en el sonido.
por mi mágico sopor,
sonidos en el color,
colores en el sonido.
Puedo
hacer en un instante
con mi poder sobrehumano,
de cada gota un océano,
de cada guija un diamante.
con mi poder sobrehumano,
de cada gota un océano,
de cada guija un diamante.
Ante
la mirada fría
del que codicia un tesoro,
vierte cascadas de oro,
en golfos de pedrería.
del que codicia un tesoro,
vierte cascadas de oro,
en golfos de pedrería.
Ante
los bardos sensuales
de loca imaginación,
abro la regia mansión,
de los goces orientales,
de loca imaginación,
abro la regia mansión,
de los goces orientales,
donde
odaliscas hermosas
de róseos cuerpos livianos,
cíñenle, con blancas manos,
frescas coronas de rosas,
de róseos cuerpos livianos,
cíñenle, con blancas manos,
frescas coronas de rosas,
y
alzan un himno sonoro
entre el humo perfumado
que exhala el ámbar quemado
en pebeteros de oro.
entre el humo perfumado
que exhala el ámbar quemado
en pebeteros de oro.
Quien
me ha probado una vez
nunca me abandonará.
¿Qué otra embriaguez hallará
superior a mi embriaguez?
nunca me abandonará.
¿Qué otra embriaguez hallará
superior a mi embriaguez?
Tanto
mi poder abarca,
que conmigo han olvidado,
su miseria el desdichado,
y su opulencia el monarca.
que conmigo han olvidado,
su miseria el desdichado,
y su opulencia el monarca.
Yo
venzo a la realidad,
ilumino el negro arcano
y hago del dolor humano
dulce voluptuosidad.
ilumino el negro arcano
y hago del dolor humano
dulce voluptuosidad.
Yo
soy el único bien
que nunca engendró el hastío.
¡Nada iguala el poder mío!
¡Dentro de mí hay un Edén!
que nunca engendró el hastío.
¡Nada iguala el poder mío!
¡Dentro de mí hay un Edén!
Y
ofrezco al mortal deseo
del ser que hirió ruda suerte,
con la calma de la Muerte,
la dulzura del Leteo.
del ser que hirió ruda suerte,
con la calma de la Muerte,
la dulzura del Leteo.
De "Hojas al viento"
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