Conjugación
La
muerte se conjuga. Tiene verbos.
No hay palabra más terrible que muriendo.
Morir es verbo infinitivo
y por lo tanto indefinido,
y muerto es algo ya pasado,
como murió es pretérito.
La muerte es también taimada.
Decía Jorge Manrique que viene tan callando:
una abstracción de lo que pasa,
sí, lo que pasa cuando ya no hay remedio.
Ese espantajo encapuchado y cadavérico,
estrafalario director de tráfico,
intimida porque nos hace imaginar
su escuálido camino,
la ruta que nos lleva hasta el destino.
Durero nos hace ver la muerte
como una guadañera imagen de asechanza.
Rilke, bastante más moderno,
nos sugiere que la llevamos dentro.
Mas son los verbos de la muerte
que nos acercan a la realidad.
Muriendo se tiene la experiencia más terrible:
la expresión del que muere
y la del que mira en el morir
la última esperanza hasta su fin.
No hay palabra más terrible que muriendo.
Morir es verbo infinitivo
y por lo tanto indefinido,
y muerto es algo ya pasado,
como murió es pretérito.
La muerte es también taimada.
Decía Jorge Manrique que viene tan callando:
una abstracción de lo que pasa,
sí, lo que pasa cuando ya no hay remedio.
Ese espantajo encapuchado y cadavérico,
estrafalario director de tráfico,
intimida porque nos hace imaginar
su escuálido camino,
la ruta que nos lleva hasta el destino.
Durero nos hace ver la muerte
como una guadañera imagen de asechanza.
Rilke, bastante más moderno,
nos sugiere que la llevamos dentro.
Mas son los verbos de la muerte
que nos acercan a la realidad.
Muriendo se tiene la experiencia más terrible:
la expresión del que muere
y la del que mira en el morir
la última esperanza hasta su fin.
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