lunes, 21 de noviembre de 2016

LUIS ZALAMEA BORDA




Para Maggie en una tarde de ventarrón de Miami



Desflorada por la tormenta
entregada a un viento
de rafaguillas verdes
y súbitos berridos
planea una paloma
y yo sin ser sonámbulo
floto en medio
de azulinas ondas
que destilan cloro
pedaleando
timoneando
mi ahogada bicicleta
a la deriva
en la inerme marea
del desencanto
mi voz sellada
en espera
de lo inevitable.
Me invade la tibieza
las venas se me encienden
las aves regresan al nido
las lagartijas huyen
y tú también
corres hacia el ocaso
que igual a la alborada
a los dos escatima
una respuesta.


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