Cauce interior
I
Como
todos los niños, hicimos barcos de papel
y nos
subimos en ellos
y nos
fuimos.
Después
tuvimos uno verdadero,
una
lancha pequeña,
y en
ella recorrimos la misma trayectoria.
Hoy
poseemos las dos cosas.
Cada
mañana nos esperan.
Mas
preferimos los barcos de papel
porque
desde ellos el río se hace ancho
como
el mar que nunca hemos conocido.
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