Casi
un conjurador
A la distancia él disminuye la flama de la lámpara de aceite,
mueve las sillas
sin tocarlas. Se agota. Se quita el sombrero y
se abanica con él.
Entonces, con una expresión interior, obtiene tres cartas
de un costado de su oreja. Disuelve una estrella verde, calmada
en su dolor,
en un vaso de agua, agitándola con una cuchara de plata.
Se toma el agua y la cuchara. Se vuelve transparente.
Un pez de oro se ve nadando dentro de su pecho.
Entonces, exhausto, se recuesta en el sofá y cierra los ojos.
"Tengo un pájaro en la cabeza", dice "No puedo sacarlo".
Las sombras de dos grandes alas llenan la habitación.
De: Testimonios
A
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