Los niños blandos
No seré yo
partícipe de sus juegos ni de sus risas.
Ni seré cómplice en sus fiestas, ni en su entrega.
La historia ya tiene suficientes cerdos,
la madre ya ha parido todos sus abortos,
como para que yo me quede con ustedes.
Niños blandos con razones de agua.
La inconsciencia es un par de alas deformes
y la lucha es en contra de ellas.
No puedo hablar por todos pues sólo es mía
una boca.
La tradición comienza, muera la historia.
Todos lucen cansados y hartos,
todos abdican antes de pelear.
Niños blandos,
lejanos seres de esta tierra.
El destino ignorado ha hecho de ustedes la presa
y ya habrá mañana alguien que cante amaneceres.
Y no,
no seré yo quien comparta su comida, ni su vino.
Ni su mujer, ni su lecho, ni su comparsa,
ni
su canto.
La letra ya ha sido vejada y su hija muere ahora
en
sus manos.
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