I
Fundamos
la casa en un cuarto piso.
Salvo
los aviones,
nadie
vive por encima de nosotros.
Ella
delimitó sus dominios, no muchos,
la casa
es chica.
No es
difícil encontrarse a cada paso,
poco a
poco dejamos de ser desconocidos.
Ella me
deja entrar en la cocina,
que yo
prepare de comer no significa
una
invasión a su territorio.
En la
mesa de la sala esta mi oficio,
desde
ahí miro las repisas con los libros
y cerca
de donde se lee historia universal
está la
foto de la boda.
En ella
no me parezco al que soy todos los días,
luzco
feliz de otro modo,
de otro
modo del que soy ahora.
De: “Fundación de la casa”
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