lunes, 2 de abril de 2018

LINA ZERÓN





Carbón ardiente



Borrarme de la tierra es pretensión inútil.
Ni la fiebre que arrasa por las noches
ni los gritos que exprime de mi cuerpo
ni todo su veneno devorándome el vientre,
iracundo dolor que acecha.

Me niego a ser un gusano más del césped
o un trozo de carbón ardiente,
repleto cráneo de aserrín.

No soy polvo que vuelve al polvo
ni inútil obituario en los periódicos.

Soy más fuerte que las células nefastas
               que se reproducen a diario.

Soy agua que arrasa los caminos,
turbulencia de duna en el desierto.

Conmigo no podrá la muerte.


De: “Vino rojo”


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