martes, 26 de junio de 2018

CARMEN GONZÁLEZ HUGUET




XI



El deseo tiene garfios de hierro,
dedos de mar
raíces.

Con ellos se aferra a la carne
como el árbol al borde del abismo.

En él la vida afirma
su inquebrantable voluntad
de no cesar.

Sigue lloviendo, entonces,
incontenible
como el huracán más olvidado
como la tormenta más ciega
que habita
en el fondo de la gota de rocío.

Sigue lloviendo, amor,
sin pausa,
hasta que entienda el mundo.


De: “Palabra de Diosa”



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