El cuento de los espejos
Para
ser todo aquello que nos pasa
eso que somos si nos atrevemos
eso que nos auguramos en silencio
eso que nos deseamos y nos lloramos
habrá que reír un poco antes que nada
mirándonos al espejo como ajenos
descubriendo lo propio como nuevo
y aún dibujando arrugas, sonreirnos
y aún pintando canas, desbordarnos.
eso que somos si nos atrevemos
eso que nos auguramos en silencio
eso que nos deseamos y nos lloramos
habrá que reír un poco antes que nada
mirándonos al espejo como ajenos
descubriendo lo propio como nuevo
y aún dibujando arrugas, sonreirnos
y aún pintando canas, desbordarnos.
Habrá
que ser mas fieles a los mensajes
leyéndolos al revés sin hacer trampa
habrá que desnudarse como amantes
habrá que dejar las máscaras para otro día.
Habrá que saber mirarnos sin reojos
de frente, sin sigilos y sin vueltas
limpiar el espejo de las brumas
lustrar el vidrio que nos nubla el alma
o aún comprar un nuevo espejo si hace falta.
leyéndolos al revés sin hacer trampa
habrá que desnudarse como amantes
habrá que dejar las máscaras para otro día.
Habrá que saber mirarnos sin reojos
de frente, sin sigilos y sin vueltas
limpiar el espejo de las brumas
lustrar el vidrio que nos nubla el alma
o aún comprar un nuevo espejo si hace falta.
Pero si
así y todo el desconsuelo
se instala y nos reclama sus caricias
si de todos modos las batallas
las ganan los cobardes que hay adentro
no defraudemos a nuestro destino
amable compañero sin medallas
dejémolse un lugar en el espejo
aún chiquito y en el rincón mas desvalido
e intentemos nuevamente
cada día
esa batalla incierta y postergada
de sabernos asesinos de la muerte
de sabernos dueños de las alegrías
de sabernos amantes de nuestra propia locura
de saber que
de todos modos
aunque peleemos al revés
somos un cuento de lo posible.
se instala y nos reclama sus caricias
si de todos modos las batallas
las ganan los cobardes que hay adentro
no defraudemos a nuestro destino
amable compañero sin medallas
dejémolse un lugar en el espejo
aún chiquito y en el rincón mas desvalido
e intentemos nuevamente
cada día
esa batalla incierta y postergada
de sabernos asesinos de la muerte
de sabernos dueños de las alegrías
de sabernos amantes de nuestra propia locura
de saber que
de todos modos
aunque peleemos al revés
somos un cuento de lo posible.
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