TUS manos, tu sonrisa,
la suavidad de tus piernas, verte nacer palabras proscritas en la frente cuando
no sabes cómo decirme que me deseas, mordisquearte el escote cuando se te
acelera el otoño dentro y respirar te sirve para agarrarte a la vida.
De: “Colonizado corazón”
No hay comentarios:
Publicar un comentario