sábado, 19 de enero de 2019

ROXANA ELVRIDGE-THOMAS





Dragón


Draga con furia el acanto.
Duerme en la ira profunda que dora el repliegue al nombrarla.
Cientos de dracmas son catre de fuego, al pie de dramáticos dragos que expanden su sombra al cuadrúpedo errante y derraman certeros la rabia en el árido aliento del sol.
Drac.
Sonido que arropa a la dríade.
Drac.
Ronquido que avisa al certero carcaj del rastreo.
Arriba a su presa y escuece en su fauce las garras dormidas, la cola entreabierta en punzones.
Drac.
Se ahoga el rugido en su lava.
El cruel cazador drena brasas que expele en alvéolos.
Separa del pecho la entraña latiente que come y alienta en su temple el ardor.
Con sucio cuidado levanta las carnes, prepara la piel para togas que humillen vehemencias.
Drac.
Destaza a la bestia, saquea su cama de oro.
Olvida la testa, mezquino.
Acarrea su perjuicio, quiebra las leyes.
Sufrirá de por vida mil trances.
Desvelos sin fin donde escuche el tronchar de sus huesos, el ruido incesante.
Drac.
Drac.
Drac.
Drac.
Drac…..


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